jueves, 16 de agosto de 2007

Más amigos por Madrid

Esto ya puede parecer re-re-re-re-petivivo pero a mí me sigue gustando! Es que desde que me mudé a Madrid es un placer recibir a tantas amistades.

Primero fue el Soco y Constancia, despues Ana y estos últimos días fueron Rebeca y Tulia con su marido Marcel.

Rebeca es una amiga que conozco desde los 18 años. Nacida en Corea, criada en Argentina y con una carrera espectacular en los USA, Rebex es una de esas personas hiper energéticas cuya energía y anécdotas son contagiosas.

Como decía, a Rebex la conocí terminando el secundario en mi última olimpiada nacional de física, en Córdoba. Despúes nos vimos un par de veces en Buenos Aires, siempre con la excusa de las olimpiadas. Más tarde Rebex se mudó a Boston, donde comenzó su carrera de ingeniería en el MIT (la mejor universidad de ingeniería del mundo). A partir de allí perdimos contacto.

El reencuentro se produjo hace poco tiempo, gracias a otro amigo en común que tenemos, Antonio Copete (Copetín para los amigos). Copetín, con quién sí tengo el gusto de mantener contacto vía skype, mail, etc, y actualmente está terminando su PhD en Harvard, me contó que se había cruzado con Rebex en una fiesta (cuándo no Copetin!!) por Boston. Inmediatamente le pedí que me pase los datos de Rebex y ahí, casi 10 años más tarde, retomamos el contacto.

Y bue... por esas casualidades de la vida, pocas semanas después resultó que Rebex pasaba por Madrid un día. Su ruta era Cairo - Buenos Aires, con escala en Madrid. Así fué como tuvimos el placer de tenerla en casa un día. El reencuentro tras 10 años de no vernos fué divertido. Ella está igual y yo un poquitín más pelado :) Ambos nos despedimos el día siguiente, esperando que no pasen otros 10 años antes de volver a encontrarnos vaya Dios a saber donde.

Al día siguiente de partir Rebex, pasaron por Madrid Tulia Copete (la hermana del famoso Copetin de Boston) y su marido, Marcel.

El encuentro fué también divertido, ya que ellos sólo sabían que yo los buscaría en la estación de tren (venían en el tren de alta velocidad desde Barcelona), y yo sólo sabía en que tren venían, pero no tenía idea de como eran. Nunca ví fotos de ellos. Pero bue... fué fácil ya que Tulia se parece mucho a Copetín.

Dado que ese mismo viernes partíamos con Sara para San Sebastián, fuí un pésimo anfitrión y solamente pasé unas pocas horas con ellos. Horas suficientes para reconocer la calidad humana de ambos, lo divertido que es el pueblo colombiano y aprender mucho sobre historia de ese país. Por suerte, José, un amigo de Copetin, sí fue un gran anfitrión, hospedando a Tulia y Marcel así como compartiendo con ellos lo más copado de Madrid, su marcha y vida social.

No hay comentarios.: