miércoles, 6 de agosto de 2008

Navegando con amigos por la costa de Alicante

A principios de Junio, desde el Club de Vela del IE, organizamos un fin de semana náutico. Alquilamos dos autos y el viernes mismo, después del clases, partimos hacia Denia, donde nos esperaban los dos veleros.

El primero era un Beneteau Oceanis 43 nuevo nuevo, botado hacía 3 días nomás, y el otro un Bavaria 38 que terminó siendo el Party Boat, y el Oceanis el Couples Boat.

La navegada empezó el Sabado cuando pusimos rumbo a Altea. Con un cálido viento del sur, navegamos muy tranquilos. Musica, cervectias, relajados. El día lo cortamos haciendo una parada al medio día, en un bahía protegida. Nos tiramos al agua, bajamos el zodiac para recorrer un poco la costa, hueveamos de lo lindo y despues de unos buenos fideos con tuco llegó la siesta camaleónica. Excelente para cargar baterias.

Cuando aflojó el solazo, re emprendimos la navegada. Sobre eso de las 6pm entró un tormentazo con viento y agua que sumado a la falta de marinas libres en Altea por una regata importante, nos hizo acortar el trayecto y decidiendo entrar en una marina cerca de Moraira.
La noche del sabado nos encontró a ambas tripulaciones comiendo unos buenos burritos pollo en el cockpit del 43, luego bajamos a un bar del puerto a tomarnos algo, pool, historias.

El domingo emprendimos el regreso medio temprano. El clima seguía inestable pero dío para hacer unos buenos bordes largos, al descuertelar.

Navegar tan cerca de la costa es algo que nunca había hecho. La costa alicantína es de acantilados, hay profundidad a muy pocos metros del borde, cosa impensada en nuestro Río de la Plata, donde a veces ni siquiera hay profundidad en el medio del río. Llegamos de nuevo a Denia tras varios chaparrones que dejaron al cokpit casi vacío de navegantes, la mayoría buscó refugio dentro. Vishalkumar, quién por primera vez en su vida veía el mar, alucinaba a cada minuto.

El regreso en auto a Madrid fue duro, mucho tráfico y sobre todo un cansancio típico post-navegada que invita simpre a dormir temprano pensando en las millas navegadas.

Israel Cabrera, el skipper que llevó el Bavaria 38, subió las fotos de su barco aquí. La verdad que Israel es un fenómeno y los chicos que fueron con él se divirtieron muchisimo. Israel tiene un talento increíble para adaptarse a las circunstancias y a la tripulación que lleva. Skipper recomendable totalmente.

Las fotos de mi barco, aquí.

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