Fin de semana en Bucarest, Rumania

El fin de semana pasado estuve en Bucarest con varios amigos del IMBA. El viaje lo organizó Razvan, un amigo Rumano.

Partimos el viernes después de clases, llendo directo al aeropuerto. Easyjet nos llevó y nos trajo por menos de 150 euros. Al llegar nos estaban esperando la novia de Raz, el padre y Cata, su mejor amigo. Cargamos los autos y al hotel, donde descargamos bártulos y luego salimos a cenar.

El clima acompaño desde un principio. Todo el finde estuvo muy lindo, con temperaturas máximas de 27 grados, bastante inusual para esta época del año. La movilidad que hicimos dentro de la ciudad la hicimos en taxi, que son súper súper baratos. La moneda nacional es el LEU, que a 3,6 Leus/euro hace que por lo general todo sea bastante más econímico que en Madrid. Todo salvo las propiedades que han sufrido un boom inmobiliario desde ya hace algunos años previos a ingresar a la EU.

El viaje tuvo un buen balance entre cultura y diversión. Relamente Raz y sus amigos se portaron con nosotros. Recorrimos museos, el parlamento, edificios importantes, jardines, de todo.

El sabado por la noche fuimos a bailar a Club Bamboo, la tercer disco más grande de europa (según nos digieron). La verdad que no defraudó. Giganteeee, pero con un estilo particular. Era un espacio lleno de mesas que la gente debe reservar con antelación. Depués se piden distintos paquetes que incluyen distintos tipos de tragos, etc, que ya vienen con la mesa o una camarera se encarga de traerlos. La gente baila cerca de la mesa con su grupo de amigos, hasta que sobre las 2 ya se empiezan a mover por los pasillos, etc. Bailarinas, de esas que bailan muy bién y dan ganas de tenerlas de profesoras de baile, bailan toda la noche en varios sectores de la disco.

En general Bucarest me pareció humilde, pero con reminiscencias de grandeza. Alguna vez en la historia se nota que fue una ciudad importante. Hoy por hoy hay un contraste muy fuerte entre las casas remodeladas, las nuevas construcciones (que crecen por doquier) y los antiguos edificios que dejaron los rusos. Pero una cosa que es muy latente son las oportunidades que ofrece el lugar. Hablé con varios amigos de Raz y todos tienen su propia empresa, alguno muy exitoso. Me decían que los sueldos en Rumania rondan los 400 - 600 euros/mes, con un director de empresa ganando al rededor de 3000 euros/mes, con lo cual el emprendimiento propio en un lugar donde hace falta mucho de todo, es la vía más interesante de desarrollo económico.

Por otro lado me sorpendió lo autos despanpanates que circulan. Porches, Ferraris, Aston Martin. Ni en Zurich ví tanta cantidad juntos. Es evidente que hay una gran riqueza concentrada en algunos pocos pero que se deja ver claramente. Al reves que en Argentina donde el que tiene lo debe esconder, en Rumania parece que cuanto más se tiene más se muestra.

Un tema de conversación frencuente o que surgió varias veces es la corrupción. Al parecer la transcición a la democracia es lenta en lo que corrupción de gobierno se refiere: "money rules" me repetían. Entre las cosas peculiares fueron las casas que parecían abandonadas pero no lo estaban. Se trata de propiedades cuyos dueños se desconoce el paradero, y que el gobierno nacional trata de ubicar, tras larguísimo juicios. Al llegar los rusos expropiaron toda propiedad privada. Al caer el comunismo esas casas quedaron sin dueños y ahora lentamente se las están retornando a los dueños originales.

En resumen: me gustó mucho Bucarest, la gente es super amable, se entiende un 10% de lo que hablan y tienen unas perspectivas de desarrollo muy interesantes, prácticamente desconocidas en la europa occidental.

Aquí todas las fotos del finde!